sábado, 14 de agosto de 2010

SABILA



  • Concepto:
Las especies del género de los aloes son siempre leñosas, pero con hojas típicas de las plantas suculentas, con forma de espada, duras, gruesas, muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones y con unas espinas recias en sus extremos, armadas con otras espinas marginadas más pequeñas, las hojas pueden ser de color veteado de verde y blanco, o verde ceniza plateado.

Las hojas pueden cerrar completamente sus estomas o poros para evitar la pérdida de agua por evaporación durante los períodos estivales y son capaces de reponer rápidamente la epidermis cuando se produce una fractura o un corte en su superficie.
Las flores son vistosas, tubulosas, sus corolas se componen de seis pétalos, que forman la cubierta floral y se sueldan todas entre sí en un tubo las más veces recto, y en otros casos algo encorvado y bilabiado, en ocasiones con un leve ensanchamiento en la parte de sujeción, donde se alojan los órganos sexuales de la flor.
Aloe, también llamado áloe, sábila o Aloë, es un género de plantas suculentas de la familia Asphodelaceae con alrededor de 400 especies.


  • Origenes:
Es nativo de las regiones secas de África y Oriente Medio, aunque se halla difundido en todo el mundo en la actualidad. Los miembros de los géneros Gasteria y Haworthia, que tienen un modo de crecimiento similar son, a veces, cultivados y popularmente conocidos como aloes. Otra familia generalmente confundida con los aloes son las agaváceas, pero se diferencian de éstas en que sus hojas jóvenes no se agrupan de forma cónica y su escapo no es terminal y la planta no muere después de la floración.


  • Principios Activos:
Sus principios activos son derivados hidroxiantracénicos de acción laxante o purgante. Este látex se condensa y deseca para obtener una masa cerosa quebradiza, de color oscuro entre marrón rojizo y negro, que apelmazado y en forma de terrones similares al barro seco recibe el nombre de acíbar. Pulverizado es incorporado a preparados farmacéuticos laxantes. 


  • Características:
La mayoría de las especies forman una roseta de grandes hojas carnosas y gruesas que salen de un tallo corto (en algunas especies es muy largo e incluso ramificado). Estas hojas son normalmente lanceoladas con un afilado ápice y márgenes espinosos, los colores varían del gris al verde brillante y a veces están rayadas o moteadas. Las flores tubulares, con colores desde amarillo, anaranjadas o rojas, nacen en un tallo sin hojas, simple o ramificado, agrupadas en densos racimos (inflorescencias). El aloe son plantas que se reproducen por polinización cruzada; y se multiplica, además, por semilla o por retoños.
Muchas de las especies aparentemente no poseen tallo, surgiendo la roseta directamente a nivel del suelo; otras variedades pueden tener o no tallos ramificados de donde brotan las carnosas hojas. Algunos de los aloes nativos de Sudáfrica tienen largos troncos, lo que les da el aspecto de árboles.
Este género tiene la capacidad de conservar el agua de lluvia, lo que le permite sobrevivir durante largos períodos de tiempo en condiciones de sequía.
Después de tres años de vida de la planta, el gel contenido en las duras hojas verdes externas está al máximo de su contenido nutricional.


  • Aplicaciones y Usos:
Estas plantas se cultivan frecuentemente como ornamentales tanto en jardines como en macetas, por su atractivo y dureza.
Algunas especies, Aloe maculata, Aloe arborescens y en especial Aloe vera, se utilizan en medicina alternativa y como botiquín doméstico de primeros auxilios. Tanto la pulpa transparente interior como la resina amarilla exudada al cortar una hojas se usa externamente para aliviar dolencias de piel. Sistemáticas reseñas de pruebas clínicas aleatorias y controladas han demostrado que no existe evidencia de que el Aloe tenga potentes efectos medicinales. Sin embargo, otras investigaciones sugieren que Aloe vera puede reducir significativamente la curación de heridas en comparación a los protocolos de tratamiento normales .
El gel que se encuentra en las hojas se usa para calmar quemaduras menores, heridas y diversas afecciones cutáneas, como el eccema y la tiña. Su efecto calmante es casi inmediato, además de aplicar sobre las heridas una capa que se supone reduce los cambios producidos por cualquier infección.El uso de esta hierba medicinal fue popularizado en muchos países occidentales durante la década de los 50.
Hay pocos estudios correctamente dirigidos sobre los posibles efectos beneficiosos de ingerir el gel de Aloe, debido a que sus extractos ingeridos en exceso son tóxicos
Algunos estudios en animales de laboratorio indican que los extractos poseen un significativo efecto anti-hiperglucémico y pueden ser útiles en el tratamiento de la diabetes tipo II, sin embargo estos estudios no han sido confirmados en humanos.


  • Contraindicaciones de su uso:
Durante el embarazo y la lactancia: el Aloe Vera se puede usar de forma tópica, es decir se pueden aplicar cremas, geles puros y de la planta en la piel sin ningún problema, es más previene la aparición de las estrías al estimular el colágeno y regenerar la piel. Ahora bien la ingestión de Aloe Vera o derivados de el en capsulas no es nada recomendable, mas que por que pueda afectar al feto se debe a la teórica estimulación de las contracciones uterinas, el riesgo de aborto o nacimiento prematuro desaconsejan por prudencia la ingestión de Aloe vera. En la lactancia pasa lo mismo, la leche materna lleva todo lo que la madre ingiere, por prudencia es mejor no tomarlo para que no este presente en la leche materna, los lactantes tienen un organismo muy inmaduro y es necesario cuidar al máximo su alimentación.
Niños menores: el uso tópico se tolera bien, es decir para la piel no hay ningún problema, la ingestión no la recomendamos en niños menores de 12 años, la madurez del organismo es importante para que sea mejor tolerado. Lo mejor es consultar con su pediatra o especialista para formarse una opinón bien fundamentada y ser consecuente con las recomendaciones del especialista.

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